lunes, 30 de junio de 2008

La Estrategia de la Suplente

La estrategia de la suplente

Ser amante es una opción. Uno decide si sigue en ese juego o se retira, lo digo con conocimiento de causa. Ser la querida tiene su lado fascinante y peligroso.

Durante 8 meses fui la Otra. Experimenté la clandestinidad de las llamadas, las excusas para vernos y la honestidad de saber que con él sería solo locura y pasión desesperada.

Ahora que hago memoria recuerdo que, como si tuviera cinco años y estuviera subiéndome a un deslizador por primera vez, inicialmente tuve miedo, luego vértigo, y al final, fue un amortiguado aterrizaje.

Siempre supe cómo terminaría todo aunque me llevé mis sorpresas escuchando una que otra vez, un 'te quiero' deshilvanado, pero honesto. Al final de cada encuentro siempre tuve la sensación de estar con alguien que, más allá de la lujuria, tenía la necesidad de hablar de muchas cosas y de callarse otras tantas.

Por eso, mi experiencia me da la autoridad para entablar mi defensa a las vapuleadas amantes.

Lo primero que puedo decir es que son las amantes, las Otras, las que han pasado a la historia y se han convertido en mito, en ícono de la moda, del sexo, de la belleza y de la feminidad. Baste nombrar aquí a Marilyn Monroe, a Cleopatra, a la Malinche y hasta a Mónica Lewinsky (incluso ella marcó su tiempo). Son ellas las que se han atrevido a ser fieles a sí mismas. Se han dejado llevar por lo que sienten olvidando convencionalismos sociales.

La llamada moza se conforma, porque sabe que no va obtener nada más. Conoce su lugar y no tiene expectativas mayores. Mantiene el bajo perfil. Ahí está su maestría: en convertir cada instante en placentera eternidad.

Se aprovecha del lugar oscuro, del bar escondido, de la llamada en el baño, para mantenerse siempre en el recuerdo, para hacerse desear todo el tiempo.

Es una seductora nata y en su condición de marginal, de clandestina, potencia toda su sensualidad y, por eso, no es gratuito que las oficiales la apoden gata, zorra y loba, todos animales independientes, sagaces y, sí, fascinantes.

Es ultrafemenina, llena de detalles como encajes, tacones, accesorios, perfumes, porque lo de ella es la seducción y el hedonismo.

Por eso, se esmera en estar siempre dispuesta, porque si algo caracteriza a una amante es que tiene actitud. La querida, tiene alma de niña: es curiosa, quiere explorar.

La Otra es comprensiva, sabe guardar silencio, aunque en realidad no siempre escuche. Ella crea el efecto de una terapia, porque no restringe. Pero su silencio debe ser motivo de duda, pues sus movimientos están calculados para conseguir lo que quiere. Lo suyo son el sigilo y la estrategia.

Por estar siempre en la marginalidad, en el lugar escondido, las amantes están llenas del encanto de la mujer fatal.

Una buena amante afina su conversación para ser divertida, sutil, encantadora y, sobre todo, oportuna. La amante es una gocetas y una sibarita, ella sabe su valía y no teme hacerla efectiva, aunque también conoce de sobra que sus derechos son escasos.

Las amantes estaremos en la banca, es verdad, no seremos las protagonistas de la película, sino parte del reparto. Seremos siempre parroquia y jamás catedral.

¡Ni siquiera heredaremos! Luego de ocho meses de estar en esta situación, la conclusión fue la obvia: el tipo se casó feliz. Pero jamás me atreveré a decir que fue tiempo perdido, al contrario, fue una de las experiencias que seguramente recordaré cuando llegue el ocaso de mi vida o, en su defecto, la menopausia.

La gran tragedia a los ojos del mundo es que no nos lleven al altar. Pero la verdadera cuestión es que la frontalidad de una amante no es tolerable de por vida. Por eso, es que siempre estaremos dispuestas, desde la suplencia, a asumir el reto de un nuevo partido.

martes, 24 de junio de 2008

Y Yo pensando en dormir contigo....

Cuando leí a Milan Kundera en la Insoportable Levedad del ser fue una revelación para mi. Para su personaje lo más importante antes que el sexo era la posibilidad de dormir bien junto a alguien. Yo creo lo mismo. Cuando una puede descansar y dormir rico al lado de otro es un signo de compatibilidad. Dormir es algo más íntimo que el mismo sexo. Cuando uno logra dormir tranquilo al lado de otro es maravilloso. Se siente mucha confianza y lo mejor de todo es despertar acompañado sentir el calor del otro, sus brazos y la cadencia de la respiración aunque sea dificultosa, parece ser arrullo. Dormir implica respetar al otro y sus costumbres más íntimas como robar cobija, quitar almohada, roncar y hablar. El lazo que se forma al compartir la cama es tan fuerte que uno siempre recuerda con quien dormía de niño.Al dormir acompañado se retiene mas vivamente el olor de esa persona así como la forma de su cuerpo y hasta su peso.
Si uno puede dormir bien con alguien es un buen augurio.

martes, 17 de junio de 2008

El porno nos da curiosidad

No somos tan aficionadas como uds. Pero si hay que decir que a muchas mujeres el porno nos da curiosidad. También nos da risa porque a veces es un poco absurdo, pero eso si no duden que como a uds, a nosotras el porno nos excita. Pero no ese porno barato sino algo un poco más elaborado y sutil. Que si muestren, griten y giman, esa es la esencia. Pero que no sea tan paupérrimo en la producción ni con los actores y actrices. Que se note algo de erotismo, que no todo sea tan predecible porque eso si, lo que es tan evidente y ramplón nos apaga. Necesitamos sutileza y de vez en cuando algo vulgar está bien también.

viernes, 13 de junio de 2008

Medio Dormida

A veces pasa que una esta despertándose o durmiéndose acompañada y termina encuerada sin saber por qué. Si no estaba en los planes, no había mucho tiempo pero ya encuerada, a seguir. Esos polvos así como sin querer queriendo tienen su encanto porque empiezan tiernos, caricias dulces, como que si como que no, como retrecheros, pero terminan en sudorosos y placenteros ajetreos. Son ricos porque uno se despierta con toda la buena vibra del mundo o duerme tranquilo como un lirón. Además sorprende ver lo que una puede producir en el otro aún estando dormida o medio despierta. Tal vez sea algo muy animal, como el olor del otro, o la temperatura de la piel, lo que provoca esas encueradas inesperadas, o tal vez sean arrecheras de último minuto que hay que aprovechar muy bien.

miércoles, 11 de junio de 2008

¿Darlo de una o esperar?

Es una cuestión más de mujeres. Si una lo da rápido es medio puta o totalmente reputa. Y si se demora en darlo es morronga o solapada. No encuentro gran problema en esto, creo que hay que darlo en el momento en que uno sienta que quiere hacerlo. Esos prejuicios son sólo eso. Creo que es un problema cultural más de los hombre y su machismo. Ellos prefieren una que lo de rápido sin miedo sin tanta ceremonia, porque es solo apareamiento, sudor, jadeos, besos, mordiscos y movimiento acompasado. Pero los manes tiene sus taras. Cuando llega una nena que es una chimba, pero lo da rápido se les antoja fácil y medio zorra, aunque solo sea una mujer que hace lo que quiere. Por otro lado, les encanta la morronga que se disfraza de muy inocentona y los prueba, y es calientahuevos para darlo. Los manes le tienen miedo a las nenas frenteras y adoran y se casan con las morrongas. Yo lo doy cuando quiero finalmente yo dispongo de él. Lo he dado de primerazo y también he hecho esperar. (aunque no mucho, la verdad)
y uds señores lectores les gustan morrongas o frenteras?

lunes, 9 de junio de 2008

Chiquitines: delicias que hay que probar

Los jovencitos tienen su encanto. Algunas mujeres pasamos por una época en la que los chiquitos ejercen cierta fuerza de atracción sobre nosotras y nosotras sobre ellos. No sabría explicar muy bien que pasa, pero a veces termina una repleta de amor por un infante varios años menor, y no estoy hablando de 2 o 3 años sino más de 5 años de diferencia. Pero ¿qué es lo que tienen? Mucho. Tienen toda la espontaneidad y la frescura. Tienen ganas de experimentarlo todo, la testosterona se le riega por los poros, y además tienen un corazón que se puede hacer a medida. Es decir, una puede formar al infante para su beneficio y satisfacción. Los chiquitos son apasionados pero también demasidao trascendentales y hay que hacer una cantidad de periplos pa que entiendan ciertas cosas. Son muy inseguros, bastante inestables, ( igual que los grandecitos) exigentes y a veces, su inamdurez puede ser intolerable. En la cama el chiquitín es descomplicado le gusta explorar su cuerpo y el de una. Le gusta besar, lamer, morder, masajear, apretar, con un fin válido: sentir deiferente cada vez. Un menor en la cama se arriesga a decir cosas y pedir otras. Delicias e impetus que hay que aporvechar antes que la edad y la morronguería los acaben.
Pero puede ocurrir que las cosas no salgan tan bien y termine una creando un monstruo del que además este perdidamente enamorada.
Con estos ejemplares hay que tener cuidado y gozarlos como un regalito delicioso pues eso son los pequeñitos, regalitos

viernes, 6 de junio de 2008

¿Tan Grandes????

Me parecía increíble leer que hay vergas de hasta 35 cm. Creo que eso ya es lesionador pero existen. No sé hasta que punto el tamaño defina cosas en la cama. Pero creo que con un pene promedio y mucho deseo de por medio la cosa funciona y muy bien. No me imagino ser penetrada por algo de 35 cm. repito, creo que sería lesionador; pero hay quienes se anegan de solo pensar en esas diemensiones. Me parece que hay otras cosas que definen un buen sexo y no es sólo el tamaño. Puede existir una verga gigantesca en cuerpo y cabeza de un tipo absolutamente bruto y básico y así es poco probable que el sexo sea tan maravilloso como lo prometen las dimensiones de su miembro. El sexo bueno necesita más que medidas y dimensiones geométricas. El buen sexo necesita espontaneidad, risa, paciencia, confianza y no sólo una máquina de penetrar. Chau

jueves, 5 de junio de 2008

En silencio o conversado

Todo va en gustos. Hay quienes prefieren polvos silenciosos en donde la banda sonora son sólo las respiraciones y el crujir de la cama. Otros prefieren que les hablen, que les digan, que les murmuren al oído. Cada uno tiene su encanto y según el ánimo se disfrutan. El silencio es para quienes se comunican de otras formas y son mas táctiles y olfativos. Pero quienes son auditivos y verbales, disfrutan mas los polvos conversados en donde no solo hay lugar para la palabra sucia que bien dicha es deliciosa, sino para decirse otras cosas que vienen muy bien al oído y al polvo. Entre gustos no hay disgustos, dicen, pero yo prefiero que me susurren, que me respiren entrecortado mientras intentan articular alguna vulgaridad erótica. Pero no niego que el silencio muchas veces es absolutamente excitante. y uds???

martes, 3 de junio de 2008

¿Qué es ser Zunga?

Tengo mis dudas sobre la ortografía de esta palabra. Y para llegar a este concepto creo que hay partir de la pregunta para aclarar
¿Es zunga la que lo da sin remordimiento? , ¿Es zunga la que hace lo que quiere cuando quiere y con quien quiere?, ¿Es zunga la que dice lo que siente cuando lo siente?, ¿Es zunga la quitanovios?, ¿Es zunga la que esta buena y lo aprovecha?, ¿Es zunga la que coquetea y no lo da?, ¿Es más zunga la que parece que no lo da nunca y en verdad es una maquinita? (o esa es una morronga), ¿Es zunga la del espíritu volátil y amoroso que se lo da hasta lo amigos? ¿Es zunga la que lo da borracha o en sano juicio? ¿Es zunga la que lo da a un viejo conocido o a un recién conocido sin distinción? ¿por qué los manes quieren una zunga en la cama pero una morronga para llevar a la casa? ¿Es lo mismo una loba que una zunga?, ¿Existen grados de Zunguería, cuáles?
¿Quién putas es entonces una zunga realmente? quiero develar esta confusión espero ayuda de uds, gracias.

Sobre el Enchinchorre

No es fácil desentrañar esta palabra. Enchinchorrarse viene de quedarse echado en un chinchorro ojalá bien acompañado y muy enfiestado. A veces ocurre que una termina enchinchorrada con alguien y es del putas. Aunque no haya hamaca ni nada parecido. Porque el enchinchorre trae consigo el arrunche, la desnudez, los abrazos, besos, sexo mucho sexo. Es una etapa de incubación de sentimientos, de bajas, bajísmas pasiones, un cultivo de placer que cosecha orgasmos terminados en carcajadas y sueños calientes y deliciosos. El enchinchorre puede ser el principio de algo o simplemente puede ser una etapa exploratoria. Puede ser larga o prolongarse pero en general es incierta. No se como termina un enchinchorre pero cuando algo pase, si pasa les contaré. Hablamos, Una enchinchorradísima, Mariana

lunes, 2 de junio de 2008

Mis tetas

Tengo las mismas tetas talla 32 desde los 15 años. Nunca he envidiado los pechos generosos. Los míos son perfectos, me dan toda la satisfacción que espero, y hay quienes han halagado mi pecho minimalista. No cargo mis tetas, las luzco como un accesorio delicado y erótico. Por livianas, me hacen estar siempre bien parada sin levantar pesos. Con mis teticas uso escotes sin verme como esposa de traqueto, sino como una modelo, sofisticada, con un cuello y un talle largos. Nunca me han dicho asquerosidades, mis tetas infantiles me han protegido de los morbosos. Siempre aparentaré menos edad por mis tetas pequeñas que conservan dignamente su lugar. Mis tetas de limón son agradecidas y con el tiempo, cederán menos a la gravedad, y su pezón, después de lactar, no quedara convertido en una jamoneta o en un timbre. Con mi escasez mamaria gasto menos plata en brasieres porque compro talla de niña, que es mas barato. Usar brasier es una diversión, no una tortura. Por todo esto, continuare viviendo feliz con mis limones.

¿Y por qué?

Buenas a Todos: las noches acá son definitivamente largas y a veces agotadoras. Pero a veces hay tiempo para pensar en muchas cosas. Por eso este blog para escribir desde este lugar rojizo, húmedo y caluroso, aunque algunas noches haga un frío del demonio. Espero que nos comuniquemos, Gracias.