domingo, 28 de septiembre de 2008

Mostré y no sé si vendí pero me divertí

El lunes pasado decidí ponerme un microvestido negro, medias negras gruesas y tacones. Era obvio que no era un día de trabajo cualquiera sino que tenía un evento académico especial. Al salir a la calle, por la mañana, tuve que pasar la primera prueba, una obra, pero no pasó nada, miradas si, todas, pero ni una sola palabra. Luego en el evento académico me atendieron super bien, y mucha gente,hombres, que obvio no conocía, me saludaron y conversamos. Cayendo la tarde, la cosa cambió y me fui caminando por la calle montada en mis 7 y medio, y encontré como varios manes que al verme miraban al piso, no era eso lo que miraban, sino mis tacones y lentamente ascendían por mis piernas, para detenerse en mis ojos y decir algo. Debo decir que fueron corteses: "preciosa",adióoooos", "mamacita" o le mejor, minimalista y contundente, "mmmmmmm".
La experiencia fue rara pues casi nunca me visto así y darme cuenta de que este par de piernas puede levantar muchas miradas, fue un enseñanza clara de que debo usar minifaldas mas seguido porque es divertido para mi, mi novio, y claro, la ciudadanía en general.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La Maldita Ficción del futuro

Desde la infancia nos atormentan con ese cuento: "Cuando seas grande". Y es lo peor. ¿Por qué pensar en el futuro si no existe? para qué demonios gastar tiempo en lo que no ha pasado. Es horrible pero inevitable atormentarse con el mañana, con lo que será, con la incertidumbre.
Es una maña humana y de las malas. No tiene sentido pensar en qué decidir en si llamar o no en si escribir o no. Hay que esperar el momento y ahí si pensar en qué hacer y en que esa decisión sea consciente.
Hasta este, mi año número 30, decidí no pensar en el futuro, vivir cada día como venga, pero no es fácil, me cuesta porque siempre nos piden planear, tener claro tiempos, movimientos, y luchar con eso es duro. Ahora quiero vivir cada día sin que me importe el futuro pero eso sí, siempre protegida, siempre lista para lo que venga sea lo que sea, y con la absoluta seguridad de que sea lo que sea que pase, la vida sigue, el mundo jamás se detiene y afuera hay mil lugares y personas por descubrir.

Oh, Oh, Oh, Nada Personal, Nadaaaaa

Sabia Soda Stereo. Esta es una lección que hay que aprender: no tomarme nada personal. No creer que soy tan importante como para que otros me quieran dañar. Yo hago bien mi parte soy honesta, sincera, entregada, pero si los otros no, entonces canto, como Ally McBeal, la sabia canción de Soda para que me ayude a no sufrir por lo que otros hacen o no hacen, aunque los otros sean mis papás, mis mejores amigos y hasta el man con el que ando, esas acciones no me deben afectar no me deben hacer sentir dolor, no me deben ofender. Por eso canto feliz ese coro que dice: "Oh, oh, oh, Nada personal, nada especial"
No es fácil asumir esa actitud, por eso me ayudo del canto, que como dice Lila Downs, limpia el alma. Así le recuerdo a mi cabeza y a mi corazón que hagan o no hagan los otros yo no debo sufrir, porque entre otras, es un error esperar que los otros hagan, digan o sientan cosas iguales o parecidas a las que yo siento por ellos.
Yo soy un mundo aparte y los otros también por eso no hay que esperar nada ni bueno ni malo. Porque cada quien tiene sus prioridades que no siempre las de uno.
Lo que si no puedo negar es que mientras canto Nada Personal en mi cabeza, no puedo evitar sentir algo de rabia por creer, por esperar, por pensar que ese otro iba a actuar diferente. Pero terca como siempre, me mantengo: Nada personal, nada especial.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La lucidez de la soledad

Nadie dijo que era fácil estar solo pero hay que reconocer que la soledad genera lucidez pues está uno libre de ilusiones y de pensamientos sobre otros. La soledad lleva a pensar en el ser más importante del planeta, uno; en sus proyectos, en sus sueños y en la forma de lograrlos. Estar solo permite pensar sin ataduras y sin estar reparando en el deseo o el bienestar de otro que no sea uno mismo.
Así la vida se vuelve de otro color y aunque las cosas a veces parecen difíciles sabe uno con qué cuenta y que necesita para lograr lo que quiere.
Estar solo plantea también la reflexión sobre la pareja y sus implicaciones, las expectativas que uno tiene sobre la vida en par.
En definitiva la soledad es indispensable para tener claridad sobre lo que uno quiere ser, lo que quiere hacer y tener, como lograrlo y sobre si quiere estar con alguien y como debería ser ese alguien para no meterse en equívocos. Estas cosas se aclaran en soledad porque en pareja todo son sueños rosados, todo es posible, pero "bien sabemos que la vida no funciona así" y los amores, menos;y no lo digo yo, también lo dice Julieta Venegas.

El tiempo que transforma

Si, no creo que el tiempo cure, pero si transforma y tiene la propiedad hermosa de hacer ver las situaciones con otros ojos. Hablo de cualquier cantidad de tiempo, días, semanas, meses, años, hacen que la situaciones y las relaciones se vean de otra forma y se aterricen a la realidad.
El tiempo permite tomar distancia, evaluar desde diversos puntos de vista que no se habían contemplado y lo mejor, permite tomar conciencia clara y sensata de los sentimientos, para luego proceder a actuar, ojala en consecuencia, aunque no siempre.
El hecho de extrañar algo o alguien hace que se desee más pero también transforma el deseo. Es decir,que el paso del tiempo hace que esa situación se desee con conciencia, o sea, con un grado alto de certeza sobre lo que se quiere y lo que en verdad va a suceder. Se desea entonces con desesperanza, con la seguridad de la pérdida y el dolor que ella trae.
Decía que se debería actuar en consecuencia, pero hay caracteres como el mío que son testarudos y que aunque ya no crean, y sepan que la distancia es inminente, siguen ahí queriendo, en vez de bajarse ya del tren y evitarse el dolor. Esa actitud terca es porque sigo creyendo en que las cosas si pueden ser aunque los hechos me muestren con claridad lo contrario, yo sigo ahí montada en un tren del que sé que pronto me tendré que bajar.

No a los tipos Mamitos

Los hay, son muchos y lo peor, viejos. Que un adolescente sea dependiente de su mamá que consulte todas su decisiones con ella, que ella le haga show por una cosa u otra, tiene lógica porque es un adolescente. Pero si esto continua sucediendo con un hombre que pasa de los 25 e incluso de los 30, puedo decir que la cosa no es normal. Un apego injustificado con la madre revela a un hombre inseguro, incapaz de tomar una decisión en ciertos campos sin la aprobación de mamá. Esto es grave y mucho, porque una se enfrentará siempre al filtro materno, que por lo regular ninguna mujer satisface.
Eso hablando de las relaciones, porque en otros aspectos la mamá sigue con sus funciones de organizarle la vida, los horarios, la casa y todo lo que ella mas pueda. La mamá seguro lo hace de buena fe, pero no piensa en que "su nene" de 35, ya está en edad de arreglárselas solito en todo y de decidir, aunque se equivoque, qué hacer con su vida financiera, laboral y por supuesto, afectiva.
Lidiar con una mamá de un tipo con esta clase de apego es muy difícil y lo mejor es irse bajando del bus de creer que con él las cosas pueden ser, pues mientras la mamita no apruebe, el tipo puede querer muchas cosas entre ellas a una, pero para él primero mami. Los hombres así jamás van a romper esquemas ni se van a aventurar a llevar la contraria aunque en el fondo sepan y sientan que tienen la razón, la mami sigue siendo su base de seguridad y la que manda.
Así que mejor tener claro eso y no pensar en ningún tipo de futuro con él, aunque duela.

martes, 2 de septiembre de 2008

Manual para reconocer si su amigo le tiene ganas

En la vida siempre hay amistades que no se conforman con eso, “llamas que ni con el mar” dice Mecano, pero es cierto también que cuando las cosas no se dan es por algo. Sin embargo, esas amistades existen y es bueno reconocerlas. Aquí una serie de pistas que delatan, sin duda, una amistad con ganas de otra cosa.

Siempre existen amigos con quienes la química, el gusto, están siempre vivos. Son esos amores que nunca se empezaron y tampoco se terminaron, el ave Fénix que vuelve de las cenizas a reavivar fuegos que parecían extinguidos.
Son estos amigos con quienes durante un tiempo se compartió, no lo suficiente para llegar al algo serio, pero si lo justo para generar cariño, comprensión y un deseo que se quedó como paralizado en la historia. La verdad es que el deseo siguió y a pesar de que en un momento se decidió “dejar así no más” la realidad es otra.
Ese amigo será siempre el eterno arrocito en bajo, el indestructible enamorado con quien nada de concreta y el perfecto paño de lágrimas para el despecho. Detrás de esa amistad hay un deseo que busca ejecutarse de diferentes maneras, aquí algunas señales que pueden indicar, si está ud frente a un amigo que le tiene ganas.
1. Su amistad data de años atrás. Se llaman y se ven con alguna frecuencia, y su comportamiento es cariñoso: bastante contacto físico y unas miradas que podrían encender los cerros de Bogotá. La química entre uds es tan evidente pero son tan hábiles para negarla, que aunque cada uno sueña con tener una sesión de sexo salvaje con el otro, jamás lo reconocerán. Cada vez que se ven recuerdan lo bien que la pasaron, se sacan uno que otro trapo al sol, pero terminan siempre diciéndose lo mucho que se quieren, se admiran, se respetan, a pesar de todo. Usted decidió llamarlo su mejor amigo o amiga, pues por la confianza que se tienen, es mejor ese estatus que uno indeterminado.
2. Siempre tocan el tema de “que hubiera pasado si” en tono nostálgico, entre risas y reproches soterrados, pero sentidos, intentan develar por qué demonios nada se concretó. Ninguno se atreve a lanzarse al ruedo, a tomar acciones como un beso apasionado, un empujón a la cama o al sofá o por qué no, romper la ropa del otro en un arrebato incontenible. Ambos tienen ganas y también miedo, que no los deja actuar. Pero a pesar del miedo, cada uno busca el menor chance para acercarse de más, para tocar un poco, para mirar con lascivia, para exhibir sus atributos, como animal en rito de apareamiento.
3. Si hay la oportunidad de que salgan con sus respectivas parejas, casi siempre en medio de los tragos, él le dirá a su novio algo así como: “cuídela que esta vieja es lo máximo y yo la adoro” y ud, le dirá a la novia de él algo que suena como: “este man es divino cuídelo, aproveche”. Estas palabras son signo inequívoco del cariño irrealizado que hay entre ustedes. Estas salidas con sus parejas no son frecuentes porque por lo general a él no le gusta su novio a quien le pone apodos como Don Chocho o Don jediondo, y siempre lo critica por la pinta, lo que dice o lo que hace, su amigo siempre estará acechándola,si su amigo l etiene ganas listo para atraparla. A ud la novia de él le cae bien pero no le parece gran cosa, y ud siempre estará esperando un momento de crisis para caer como ave predadora sobre presa herida.
4. Siempre que salen tienen vademécum musical que no es otra cosa que la banda sonora de lo nunca fue entre uds. Al oír esas canciones llegan las remembranzas de situaciones, lugares, salidas, besos y cosas que se dijeron, que fueron muy significativas que hoy dan risa, y que siempre añoran volver a oír. Por eso siempre se las repiten para provocar y así ver si alguno se anima a empezar un repaso de lo visto la última clase.
5. En la casa de él a ud la adoran y él en su casa es como otro hijo, por eso su mamá y la de él siempre han creído que son el uno para el otro y algún día van a terminar juntos. Es frecuente que cuando salen en plan de solteros, varias personas preguntan si son novios y cuanto llevan. En ese momento hay risa nerviosa, sonrojamiento mutuo y algún comentario del tipo: “Yo feliz, pero como ella no quiso” o “No, el es mi mejor amigo”. Acto seguido habrá un acercamiento en primerísimo plano entre uds, que será interrumpido por una frase del tipo “ya vengo voy al baño” o algo desafiante e intimidador como “y, ¿entonces?”, sin embargo, de nuevo el miedo los poseerá y es probable que ninguno haga nada, aunque siempre hay la esperanza de una sorpresa.
6. Entre ustedes, además de una hermosa amistad, lo que hay es un polvo enquistado. Es decir, no han podido consumar como se debe tanto cariño, pero cuando hay la oportunidad no lo hacen, tal vez porque saben que se pierde la magia o la amistad se va al carajo. Mientras la cosa no se consume con toda la pasión y el tiempo necesarios, ese amor seguirá interruptus, los dos muertos de ganas y felices de jugar ese “tire y afloje"