miércoles, 6 de agosto de 2008

Circo en mi cama

No hablo de trapecistas y menos de contorsionistas que hacen piruetas exóticas, hablo de sexo freak. Debo decir que alguna vez, tuve un amante que tenía un solo testículo tenía una cicatriz arriba de la pelvis. Se veía un poco raro si uno miraba con atención, pero la funcionalidad estaba intacta. Al tocar se sentía el vacío y debía hacerlo con una delicadeza infinita para no lastimar. Fue raro pero delicioso. Desde ese momento alabé la plastricidad del cuerpo humano para recobrar funciones en órganos que son pares. Mi otra experiencia genera gran curiosidad. Un albino. si, sin una gota de melanina, con el pelo como el de las barbies, con la pelvis tapizada de vellos blancos, con los ojos grises deambulantes en busca de un poco de oscuridad para enfocar. Era una experiencia visualmente distinta. Aprendí a ver que sí me miraba después de un tiempo con él antes, simpre fue un enigma. La piel era un poco diferente, tal vez mas gruesa pero me encantaba ver el contraste de su blancura con mi piel morena, parecia foto de benneton. Había que tener cuidados extremos nada de sol siempre chaqueta, siempre gorra, y siempre gafas oscuras. En su bolsillo la billetera y lupa para leer en los restaurantes.

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