viernes, 15 de agosto de 2008
Como la materia, el sexo se transforma
Es inevitable. Al principio de la relación la cosa es increíble, frecuente y siempre diferente. Pero con el paso del tiempo se vuelve poco frecuente y a veces rutinaria. ¿Qué hacer? Pensar, inventar y jugar. Al conjugar esos tres verbos se puede empezar a encontrar alternativas a lo mismo de siempre. Hay que tener disposición y obvio, hacer trabajo en equipo. Se trata de experimentar para que el sexo no se vuelva aburrido, para que cada polvo no parezca un reenviado de internet. Hay que leer, informarse y ser capaz de jugar con tranquilidad, sin timidices tontas, que ya el período de conocimiento pasó. Esta es una invitación para que no crean que con el tiempo el sexo es secundario. Es falso, el sexo siempre será fundamental y si se mantiene en buen estado maravilloso, sino, uno empieza a creer que no tiene al lado al novio, al hombre que desea, sino a un hermanito un poco tonto con quién el deseo se extravío en no sé donde.
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